Odio mi chamba.. (Dar k. Barahona)
Una vez tomada la segunda kawama debía ir al teatro "Memorias". Por la mañana le había jurado a Maria que llegaría sin falta antes de que empezara la representación; su moto la había dejado camuflada en el garage de Jorgito, el "rapidito" salía a las dieciocho treinta, el estreno empezaba una hora más tarde y, no había más que hablar, llegaría a tiempo. Era la primera vez que Maria representaba un papel(Hombre) muy poco claro, e incluso escabroso, en una obra moderna titulada "El apacheboy". Estaba nervioso desde por la mañana como un cachorrito saliendo de un balde de agua. Pero ahora, a pesar del afecto lleno de admiración que Cristino sentía por ella en los últimos meses, la sola idea de participar en la Premier del estreno, las felicitaciones, las selfies, las sonrisas de complicidad, le parecían un sacrilegio. Intentaba tranquilizarse diciéndose que no era tan grave el haber llegado tarde. Son cosas que pasan. Pero la cuestión no era su retraso. A veces uno arrastra una cuestión (mala vibra), lo carga… y de pronto llega al límite. Todo se pone boom, uno se siente tan destrozado que deja de parecer un ser humano... pero con Maria se sentía invencible.
Cristino miró a su alrededor pensando qué debía hacer. El cálido atardecer, ya partía y susurraba entre los últimos tragos de cerveza. En el restaurante chino Royal Palace enfrente del Pios bar, uno de los Moribundos(Banda Punk) cantaba acompañado con una guitarra «¡Mierda!,¡Mierda!¡Mierda! llévame contigo…»