Flor .i. am
La verdad
Ha sido escondida
En los bolsillos de una bestia
Alguien debe liberarla
E.F.
Sentí el impacto de la kawama sobre mi rostro. Escuché el estruendo cuando se quebró en el concreto, luego el impacto del puñetazo me hizo tambalear; he estado en peleas, pero esa sí era una extraña situación, no entendía por qué me atacaban, miré a mi alrededor y vi varios individuos. Al momento de encarar al tipo de en medio, no lo reconocí, "qué extraño suceso", me dije. Jordan me jaló del brazo, enseguida me agaché y Max gritó:
--Aquí, aquí, por la gran puta, no te movás...
La lluvia de kawamas seguía. Las botellas volaban e impactaban en la calle: era la ciudad de la furia rugiendo. Mi sangre salía por las fosas nasales y de la herida en mi frente. Seguía ebrio, traté de reconocer al tipo, pero no lo ubicaba en mis recuerdos. Puta me dije. Pensé "estoy más allá de mi ecosistema, por eso me paso esto". Uno de los moribundos apareció, era el Ramones, venía con los ojos morados también, y aunque le ganaba por la herida en mi frente.. Aún traía la adrenalina del pleito, balbuceaba que había sido con los chepos y cantaba alegremente
"Brindo una vez más por mis amigos, los que solo están en mi corazón y aunque ya no estén acá conmigo porque ya se fueron y no volverán"…(Flema)
"Aguante mi Darkid", gritó desapareciendo de mi vista….
--Te jodieron con esos vergazos, así conquistarás más chicas, ja, ja, ja --dijo Max.
Jordan me ayudó a levantar y avanzamos. Pasamos por los bares, avenidas, cuadras, calles... en ese instante todo eran flashbacks, no cuadraba ningún pensamiento y me dolía la cabeza. Me dejaron donde el poeta “Flor .I.am”, quien inmediatamente al ver mi estado dijo:
--Veniste de 'vacas' de Deutschland solo a que te masacraran, hijos de puta, pero de lo que estoy seguro es que en estas calles no morirás.
--A ver, ayúdenme, vayan compren un guaro --hizo una pausa, encendió un cigarro y agregó: --Ocuparemos un litro, será una noche larga.
El poeta limpiaba mis heridas de guerra, y hablaba de su cachorro, no le presté atención y pensé "de aquí a 100 años, el poeta que todos miran indigente, que miran como una peste, como veneno, como fuck you y que es un infinito de personalidades, de antihéroes artísticos en uno y que a tanto artistas fantoches degustan y se inspiran de esos art antiheroes, pero a este porque sigue vivo lo desprecian, el poeta tiene en su interior a un Hamlet que tanto admiran, tiene en su libido un Edipo rey, que tanto morbo adoran; tiene en su fatalismo un Morrison que todo vicioso ama, tiene la ambrosía diabólica que tanto les fascina, tiene poesía punk abracadabra auténtica que tanto desearían escribir, el poeta más maligno de esta Teguxibalba, de aquí a 100 años --volví a decir--, este poeta será presentando como quinceañera en alta sociedad, nada más que solo verán su foto, o en algún gadget proyectarán su holograma y algunos llorarán y otros le pedirán al más allá la bendición de sus textos", sonreí. "Y será presentado en esa futurista alta sociedad, por el hijo de un ultramillonario y frustrado poeta".
**
Duelen estos golpes, cerré los ojos y recordé aquel día que a pura manipulación me dio un tour por la séptima
avenida: venía declamando poesía que no recuerdo. Después decía que íbamos a una librería underground, bien cool, y de repente la policía nos detuvo y nos puso contra la pared, nos registraron, uno de los oficiales me preguntó qué andaba haciendo con el poeta, yo solo sonreí. --Pucha, fijo que nos llevan -exclamó en forma de consuelo “El poeta”, lo observé, miré sus shorts de jean y su camiseta hawaiana tipo Tyler Durden y leí la palabra Ámsterdam sobre su gorro naranja, y el regordete oficial me dijo: Andate".
--¿Y yo compa?, pucha, él anda más ebrio que yo, él es mi cómplice, pucha, qué clasismo… --protestó el poeta.
--¡Señor oficial!, soy poeta, íbamos a la vuelta a tomarnos unas selfies con la estatua de Juan Ramón Molina,
¿Lo conocen?
--Péscame una sirena… --respondió uno de ellos.
--Soltalo --dijo el oficial de mayor grado
--Péscame una sirena… --respondió uno de ellos.
--Soltalo --dijo el oficial de mayor grado
--está limpio.
El poeta sonrió y tuvo un breve diálogo ameno con el oficial sobre poesía, pero se enojó cuando el poeta le pidió plata por un poema que le declamó.
--Pucha no te movás --dijo el poeta y quedé estático, mientras Colmillo se comió todos los chicharrones, hasta el llavero de uno de Los Moribundos se hartó.
--¿Cómo se dice estoy loco en alemán?
--Ich bin ganz verrückt
--Sheisse ich bin ganz verrückt --gritó el poeta --así se llamará mi nuevo poema.
--Mae sácame de una duda, aquel día en la séptima avenida que nos detuvieron los chepos, ¿en serio íbamos a esa librería underground?
--Je, je, je, no --respondió y añadió:
te llevaba a comprar mota, al cementerio general... buaaa ja, ja, ja, ¡te engañé!
El poeta sonrió y tuvo un breve diálogo ameno con el oficial sobre poesía, pero se enojó cuando el poeta le pidió plata por un poema que le declamó.
*
--Pucha no te movás --dijo el poeta y quedé estático, mientras Colmillo se comió todos los chicharrones, hasta el llavero de uno de Los Moribundos se hartó.
--¿Cómo se dice estoy loco en alemán?
--Ich bin ganz verrückt
--Sheisse ich bin ganz verrückt --gritó el poeta --así se llamará mi nuevo poema.
--Mae sácame de una duda, aquel día en la séptima avenida que nos detuvieron los chepos, ¿en serio íbamos a esa librería underground?
--Je, je, je, no --respondió y añadió:
te llevaba a comprar mota, al cementerio general... buaaa ja, ja, ja, ¡te engañé!