sábado, 9 de junio de 2018

Lenin Nixon



Lenin Nixon
                      Dar Darkos Barahona
Te amo, a toda madre o un desmadre
son noches como estas, que me levanto la cabeza y sonrío
me olvido de los recuerdos que tocan como disco rayado
hasta la muerte
botellas en el aire, lado a lado
hasta la muerte
te amo, hermanos
Xibalba
         
                                                                        *              
Puto sol, pero hermoso. Veo sus rayos oblicuos cómo bañan mi ser, fuck, estoy en una especie de archipiélago de Gulag, ya no pinto como antes; mis extraños enemigos me abandonaron, pero vinieron otros, fuck! Veo a mi princesa maya dormir de una forma, que me recuerda la numerología angelical y me digo:  "cagada que la belleza es líquida " cogimos como caníbales, ella me escupía con una lascivia endemoniada, en ese mismo instante en que ella cabalgaba frenética y violentamente sobre mí, daba a entender que quería poseerme por completo, fijo sus antepasados eran herejes, aprendices de brujos, asesinos y viciosos, como los míos. Fijo que anda buscando que la libere de este mundo.
Enciendo un cigarro, fuck qué calor, tomo un sorbo de la cerveza, ¡el que descubrió el alcohol fue un verdadero genio! Recuerdo cuando conocí a mi princesa maya, en aquel lúgubre antro.
–Estudio cine en Cuba –dijo con aire arrogante.
–Ah, ¿sí? –dije sin emoción y pensé gran mierda esa.
–Vengo comenzando, ¿y vos?
–Estudio antropología del maíz, del machete y de la Malinche.
–Wow!, interesante –exclamó.
–¿Cómo?
–Wow, interesante.
Quién putas que estudia en Cuba dice wow! pensé y dije:
–No miento, estudié para técnico en agricultura.
Una tipa bajita y fornida se acercó a nosotros.
–Hola –me dijo.
–¿Qué hay? –exclamó con recelo mi princesa maya, ambas sonrieron infantilmente y dijeron al unísono:
–Somos pareja.
–Bien –gruñi imaginándome a la fornida dándole con un enorme dildo, y entonces me interrumpió:
–Pero cuando ando pedo me gustan las palomas…
–Eso es casi siempre –reclamó la chica fornida con enfado.
–¿Cómo te llamás? –pregunto mi princesa maya.
–Lenin –respondí suavemente.
–¿Te llamás Lenin?, wow! –exclamó con aire zumbón.
–Sí, pero hubiera querido llamarme Quiche Vuch.
–Ahh, ¿por qué?
–Soy descendiente de Xibalba. Carcajeo
–Ah ya…

“Vamos a bailar”, interrumpió la fornida para poner fin a nuestra plática y se fueron. Di la vuelta, encendí un cigarro, pensé qué caótico es todo aquí y recordé las palabras de la flaca “cuando ando pedo me gustan las palomas”, ah, pero siempre que yo ando ebrio sale algún pendejo como el que en ese instante me cortó el paso y dijo:
–Hey solo a pija te miro.
Solo pensé ¿y a qué se viene a los bares?, si quiero hacer vida social y aparentar que soy un tipo ubersexual no vendría aquí. Le solté un sarcasmo disfrazado de halago:
–Vos no deberías de venir aquí. Vos serías un buen pastor… deberían construir una iglesia a la par de cada bar.
–No jodás, me valés pija –respondió molesto y desapareció de mi vista.
Sonrío y la bartender me sonríe, observo que tiene buenas tetas, me coquetea, yo enciendo otro cigarro. “Cortesía de la casa Nixon”, dice dándome un tequila.
“Nixon” repito y recuerdo que me llamo Lenin Nixon López, qué locura de mi padre, full izquierda caníbal y qué locura de mi madre: derecha plot, Dónde puta tenían la cabeza para procear dos hijos, se cagaron en nosotros, recuerdo a mi padre y sus consignas “vamos pueblo”, “hasta la victoria pueblo” pero en aquella puta milpa casi todos eran mis medios hermanos y a ninguno reconoció y a ninguno ayudó, solo a nosotros. “Vamos pueblo” decía y andaba un BMW y usaba Hugo Boss… viejo cabrón. Mi madre como dije es derecha plot, casi no me gusta hablar de sus estados de locura fast and light, porque respeto a esa madame. Ellos me pusieron así para finiquitar su puto divorcio, mi madre estaba a punto de parir, fue un puto acuerdo pero el jodido fui yo, por eso soy así, tengo fetiches con el líquido rojo, los jícaros y los machetes, pero nadie lo sabe. Cuando pueda me lo cambiaré a Quiche Vuch.
La princesa maya me sacó de mi pelea mental con un beso, creo que sentí tal como cuando las gotas de la lluvia caen sobre la milpa, mi cerebro se sintió como el señor sol, imaginé que mi cuerpo era un jícaro y recordé mi tattoo de jícaro en toda la espalda. Luego me dio otro beso y volvió a la pista de baile.
–Me marcho –le dije a la bartender.
–Buenas noches Nixon –dijo. Yo solo sonreí.
Al salir la flaca vino tras de mí, me abrazó y murmuró:
–Dame jalón, no quiero estar con ella.
Giré la vista a la derecha y miré a la chica fornida llorando, tomé a la flaca de las manos y le dije:
–Quedate con ella, no… no podés ir conmigo, yo no estoy bien.
–Llevame, no seás malo, no te las tirés de gran mierda, vos sabés qué quiero. Vaya, sacame de aquí.
Volteé a ver hacia mi auto y dije:
–Ok, vámonos.
La chica fornida corrió hacia nosotros y suplicó:
–No te la llevés, anda ebria.
Entré al auto, y la flaca entró.
–Me enamoré de vos, ¿pensás que no sé quién sos?… soy tu princesa maya.
Recordé el Popol Vuh.. Sonreí y volví a pensar en mi tattoo del jícaro. Conducía, ella se durmió un rato para pasar la borrachera, y pensé llegué a mi zotzi-ha.
La saqué del auto con cuidado, la cargué hasta la cama y besé su frente, acaricié su rostro y pensé tiene bonito cráneo y le susurré un viejo poema de un Ixpiyacoc.
–Tal vez has tenido panteras, leones, lobos, pero nunca un jaguar como yo –le dije.
                                                    **
Ella despertó. Me besó. Imaginé que éramos animales con conciencia esotérica, como en un ritual. Fornicamos. Vuelvo en mí, otra vez el puto calor y vuelvo a ver los rayos oblicuos del hermoso sol.
Ella se viste, voy al baño a refrescarme un poco el rostro, me abraza por atrás y dice que está lista.
Salimos a caminar un poco, vuelve la sensación de sentirme un Hunahpú-utiú y fuimos donde están los árboles de jícaro, recordé mi pequeño cementerio privado, a veces es muy visitado por Mama Cuch. Sonrío como maniático.
***
Saco el machete, observo la hoja de acero y sonrío. Ella tiene las pupilas dilatadas, sonríe. Ahora no sé si ella sonríe o llora, ¡qué encantadora escena!, sé que sus lágrimas están haciendo el amor con su estirpe. Inmediatamente noto cómo algunos jícaros pasan de verde a líquido rojo.