Si yo
pudiera sentir el calor,
como la
roca que escupió el volcán
Le fou
A Miagoth
–¡Y
ahora qué!¡Si este sistema político está por las bandas!–
caminé
pensando y de que sirve estudiar una carrera de progreso y cambio, si este país
no progresa–, sentí impotencia y cólera.Tenía cáncer de mamá, porque aun vivía
con mi madre pero ¿por qué? Es simple, no podía irme a vivir solo, ya que tenía
problemas motores. Era un discapacitado pero, podía pensar bien, tenía
displasia ectodérmica ectrodactilia, o sea que los dedos de mi mano izquierda son
una pinza de cangrejo.
El
doctor le dijo a mis padres que esa enfermedad es genética y mis hijos la
tendrán también, pero bueno, a mi no me importó, mi primo Jean dice que el
dinero hace cosas que no te imaginas; él me trae chicas y cervezas. Hace unos
días mi padre murió, ojalá Dios lo tenga en su gloria. “Mi padre”... digo con
tristeza, “él me llevaba a la iglesia, quería que siempre hablara con Dios,
pero a veces se enojaba, por la situación del país, a veces decía de que todo
esto era una pulpería de aldea, me explicaba como eran todos los políticos,
decía que son doble moral, sentimentalistas, aleluyas, mediocres y sobre todo
autodestructivos, peroyo pienso que casi todo el mundo es así.
Me
sacaron de la universidad, por mi problema, pero nadie le dijo a mis padres que
no era apto para la carrera, si no que se lo dijeron ya cuando me faltaban diez
clases. ¡Como si el diseño gráfico fuera, ”la mayor parte de las mujeres de aquí
son muy confundidas, no tienen una inteligencia emocional concreta y verdadera”.
Jean
es mera V, está loco porque no es como los demás. Mi padre me decía que Jean
era una mala influencia para mi ser, ya que sus ideas son bien descabelladas; mi
madre dice que Jean es guapo, y mis primas dicen que es un “bad boy”. Pero para
mí Jean es un caudillo que no se deja de nadie, y una vez me defendió contra
cuatro tipos que me estaban molestando. Recuerdo que les gritó:
–¡Idiotas!¿Quién
les dijo que tienen sangre azul?
–¡Ustedes
ni todos juntos harían uno bueno!Y los comenzó a
golpear
y luego ellos salieron corriendo.
Luego
Jean me dijo que si me volvían a molestar que le dijera. A veces quería que
Jean, por un momento, me prestara su cuerpo para sentirme como él, sentir como
se siente, tener esas mujeres tan guapas, como se siente besar a Brigit, como
se siente tocar a Nadia y como se siente hacerle el amor a Lisa. “Mierda...”
siempre deliro cuando pienso en Jean, abro los ojos y me encuentro sudado, me
levanto y me pregunto ¿que estará haciendo Jean?
Sonrío
y recuerdo aquel día que viajamos a New york, como nos perdimos en la quinta
avenida y fuimos a parar al río Harlem. Ese día Jean andaba ebrio.
Me
dijo –“iremos a ver la calle 34 y veremos que compramos.”–
Y nos
subimos al taxi. Fué chistoso, bailaba mientras caminaba y gritaba en francés
“merci beaucoup”, su melena negra conspirando con el viento lo hacía ver como
una estrella de cine. Y sí, tiene mirada de lobo, hay chicas que les da miedo verlo
a los ojos. Hay chicos que piensan que Jean es un sicópata y hay padres que
piensan que es un terrorista.
“Pobre
Jean...” digo viendo su imagen marcharse de mi mente. Siempre me cuesta ponerme
el pantalón, batallo mucho a veces, me enojo mucho, lo tiro y lo recojo, pero
cuando me lo pongo lo que más me cuesta es poner el botón al ojal, mi padre, lo
solía hacer, pero él ya no está.
*
Mi
madre aparece con el medicamento en sus manos. Es un medicamento que no me hace
sentir nada, pero ando relajado y callado, a veces odio eso, a veces me agrada.
Veo a mi madre como riega el jardín, observo como cuida las flores, y pienso que
mi madre es un ser delicado, que habrá sentido cuando me tuvo con tantos
defectos, creo que se sintió triste. Escucho que silba esa canción de Bob Dylan
“Blow with wind”, sonrío al mirar su sombrero amarillo y sus guantes verdes y ella
al verme sonríe y me grita:
–¿Quieres
bailar?
Sigo
sonriendo y respondo “no”.
–Vamos
ven–
Me
levanto y voy donde esta ella, sonrío y ella toma mi mano y me da la vuelta y
en esa vuelta pienso en que si Honduras fuera como mi madre todos seríamos
felices. Ella comienza a echarme un poco de agua y me dice:
–El
que no se aparta se lo lleva la corriente– y salgo corriendo.
Me
tiro en la grama y siento los rayos del sol, cierro los ojos, tengo la mente en
blanco, tengo ganas de nadar, de sentirme un pez. Recuerdo ese estribillo de
ese corito que tanto me gusta “señor me has mirado a los ojos sonriendo, has
dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca, junto a ti buscare otro mar”
la verdad que me gusta ir a misa, me gusta sentir esa paz, aunque mi madre diga
que la religión es hipocresía, que todas las hijas de sus amigas son unas diablillas
de doble moral y yo me digo, “a mi no me importa”, creo que Dios es fantástico,
él me da siempre fuerzas para continuar, pero de repente aparece en mi mente la
voz de Jean diciéndome “mirá que Nicole y yo tuvimos hardcord sex, la dejé a las
7 am en su casa y a las 8 am va a la iglesia a pedir perdón... Jajaja,
¡mera
V es su Dios!gritó.
Entro
en delirios.
–¡¡No!!Abro
los ojos y me pregunto ¿Qué me pasó?
**
Me
tiro al agua, floto, llevo puesto mi traje de baño rojo, miro al cielo, sonrío
por la tranquilidad que siento, luego pienso ¿por que nací en un país tan
corrupto? Si es difícil para los no discapacitados, que será para los que
somos. Cuando iba a la “Uni” no tenia garantías que me salvaran, y si iba a cualquier
lado también sentía lo mismo, mi padre siempre peleó por mis derechos, pero
como siempre, a los políticos les entró por un oído y les salió por el otro, a
pesar de que mi abuela fundó el zoo, a pesar de que somos descendencia
británica, pero si yo no fuera un discapacitado la
historia
sería otra, por eso entiendo a mi primo Jean, por eso me gusta que esté loco,
por eso me llega que no le tenga miedo a nada, pero no me gusta verlo borracho.
Cuando
Jean anda borracho rezo por dentro, porque él es un vándalo, más ahora que
rasuro su cabello, podría decir que es un “skin”.
Le
gusta quebrar los cristales de los autos, y pelear con la policía, pero no lo
pueden tocar porque es el hijo del embajador y les digo que Jean tiene algo que
te hipnotiza, creo que esta endemoniado. Un día mi tío me dijo que Jean está
desilusionado del mundo y que solo él podía salir de donde él estaba.
Y
claro que lo entiendo, Jean no tiene una madre como la mía, la madre de Jean es
mi tía, esa tía que a pesar de tener dinero quiere todo lo fácil en abundancia,
es doble moral y muy sentimentalista. Mi padre siempre decía que la mamá de
Jean tuvo que haber sido política, porque es una sinvergüenza, emocionalmente
hablando. Jean me decía que la odiaba, que cuando era un niño, la tía se iba de
tertulias y lo dejaba encerrado en una habitación, pobre Jean… pero Jean ahora
la pone en su lugar, que tontas son las personas que tratan mal a sus hijos
cuando éstos son niños. Mi madre dice que la mamá de Jean está enferma.
Salgo
de la piscina, tomo mi toalla y camino, doña Juana,
al
verme, me grita.
–¡Que
muchacho más guapo!
¡Le
habló Jean!
–¿Y
porque no me avisó? dije
–¡Es
que usted estaba ahí!dijo nerviosamente.
–Pero
no importaba, no estaba haciendo nada.
–Ahh…
¡pero dijo que iba a venir a las 5!
¡Si!dijo
alegremente.
Antes
de meterme a la ducha pongo algo de música, me gusta ducharme c on música y
especialmente escuchando el himno a la alegría de Beethoven, me enjabono y
pienso en que tengo ganas de dibujar, el agua cae y me siento feliz, en esa
parte de la sinfonía me pongo eufórico y pienso que Ludwig fué discapacitado
también, era sordo, eso me da vida, eso me hace pensar que puedo llegar hasta
donde yo quiera.
Eran
días en los que pasaba nadando, rezando, y escuchando música, pero no esa
música común sino que la música de Beethoven y Strauss, me ponía a pintar y eso
relajaba mi espíritu, a veces los óleos me daban un dolor de cabeza increíble y
cuando eso ocurría salía al patio de mi casa a jugar fútbol con los empleados,
así mataba el tiempo.
Estaba
de espaldas cuando alguien me tomó por atrás y tapó mis ojos,
con
sus manos y gritó.
–¿Quién
soy?
–¡Ya
Jean! dije alegremente.
Y me
di la vuelta y le di un abrazo y dijo
–Fak
no me vas a decir que ahora sos panqueque, jajaja.
–No
Jean!solo esque me alegra verte– dije
–Bueno
vamos por una cerveza,
–Sí,
yo quiero una–
***
Y
luego de la cerveza y de hablar de fútbol, me monté en el auto de Jean e íbamos
sin un rumbo definido. Encendió un cigarro, le subió el volumen a la canción que
decía:
Ding dang a dong bong bing bong
Ticky ticky thought of a gun
Everytime I try to do it all now baby
Am I
on the run
Why why why why why baby* Ministry
Solo
me imaginaba que iba en la montaña rusa, pensaba que esas sensaciones que Jean
me hacía sentir eran fabulosas, el me decía que me iba a llevar a comer mi
helado favorito, luego me llevaría a ver a sus amigas, y yo, más que a todas,
quería ver a Lisa, sonreí y pensé que Beethoven tenía varias queridas.
Recordé
aquellos días en New York cuando Jean me llevó al strip club, donde tuve sexo
con una rubia que dios me perdone, esa rubia se llamaba Amber, y tenía un
cuerpo hermoso, fue una de las mejores cosas de mi vida. Jean sonrió y bebió
hasta el día siguiente.
****
–¿Manu,
ves a aquella rubia platino?
–Sí
–Pues es Marie, hardcore and rock and roll
–Jejeje
¿por qué?
–¿Sabes
quién es la mamá?
–No
¿quién?…ehh?
–Es
Daniela, la milf-botox…dijo jean con malicia.
–Ah
sí, mi mamá dice que esa familia tiene el cerebro remendado con caucho y que
son bastantes promiscuos.
–Jajajaa,
mi tía es una Hitler con sus comentarios, por eso es mera
V,
jajaja– y continuó
–Es
una familia con porno gonzo jajaja.
–Pero
bueno, el punto es que la mae, me la encontré bien borracha y drogada, ella
quería sexo y yo apagué la luz y le dije a Raúl que pasara y no me preguntes
que pasó.
Y en
enseguida se levantó y la fue a saludar, luego me llamó y fui donde estaban
ellos. Ella tomaba su vodka con cranberry, casi no había comido nada, Jean
hablaba de los emosexuals, el cruising y el sexting.
El
decía que lo mejor de la vida era navegar hacia el sur.
A
veces me desconectaba del mundo al ver a Jean,y como siempre quería que dios me
prestara su cuerpo para poder besar chicas, deliré, me excité mucho, y de
repente caí al suelo.
Comenzaban
mis delirios, escuchaba el himno a la alegría distorsionado, esos delirios
también me recordaban los días cuando comencé a aprender a nadar, era un
unisonido que a lo lejos escuchaba.
Luego
escuché voces suaves que me consentían. Desperté y vi el rostro de mi madre, luego
vi el rostro de Jean triste y luego miré al doctor, quise hablar pero no pude,
vi hacia la ventana diciéndome mierda, sabía que de esa no saldría, cerré los
ojos y no sé por qué recordé la luz del atardecer deTeguz, me sentía triste,
sabía que había vuelto a tener un ataque y que todo había y que
todo había quedado en un sueño……